JESÚS ESTÁ VIVO Y EN ÉL HEMOS DE VIVIR SIEMPRE
Tenemos una gran misión que cumplir:Revelar y manifestar a Jesús vivo en nuestras vidas.
Revelar y manifestar a nuestros hermanos vivos.
Revelar y manifestar que, aunque la oscuridad de la vida esconda tu dignidad de persona, yo soy capaz de verte como hijo de Dios.
Es que, si todos hemos muerto con él en la cruz, también todos hemos resucitado con él.
Es en nuestra resurrección que descubrimos la suya.
Es en nuestra vida que le reconocemos vivo a él.
Somos los testigos de su resurrección.
Somos los testigos de la nueva vida.
Somos los testigos de lo nuevo que está comenzando.
A Jesús nadie le vio resucitar. Lo vieron resucitado.
Esta noche nadie ha visto resucitar a Jesús.
Pero todos somos testigos de cuántos hemos renacido a la nueva vida pascual.
Son nuestras resurrecciones las que hablan de la suya.
A cuantos hoy amanecemos “nuevos”, “criaturas nuevas”, ¡FELICIDADES!
¿Por qué se menciona la alegría de la mañana?
¿Qué mañana trae la gran noticia?
Escucha y copia la canción en tu cuaderno, al lado de ella realiza un dibujo de Jesús resucitado.
II. Imprime la siguiente oración, pegarla en el cuaderno y aprenderla, pues será parte de nuestra oración diaria
III. Comprensión Lectora apoyada en actividades. (tienes que leer no lo olvides)
Tema: ¡Ha resucitado! No está aquí. Domingo de Resurrección
Escritura: María Magdalena fue a darles la noticia a los discípulos. "¡He visto al Señor!», exclamaba, y les contaba lo que él le había dicho." Juan 20:18 (Nueva Versión Internacional - NVI)
¿Has visto a Jesús? Algunas personas ven la imagen de Jesús y otras no. Es como en la vida real. Algunas personas no ven a Jesús porque le están buscando en los lugares equivocados.
Eso es lo que le ocurrió a la mujer de la historia de la Biblia de hoy. La Biblia nos cuenta que al tercer día después de que Jesús fuera crucificado, una mujer llamada María fue a buscar a Jesús al sepulcro donde le habían enterrado. Cuando llegó allí, el sepulcro estaba abierto y Jesús no estaba en la tumba. Pensando que habían robado su cuerpo, María permaneció al lado de la tumba vacía llorando.
Entonces, María vio a un hombre de pie al lado de la tumba. Era Jesús, pero María no lo reconoció. Jesús le habló y la llamó por su nombre y cuando oyó su voz ella le reconoció. Después de ver que era Jesús, fue hacia los discípulos y les dijo: "¡Acabo de ver a Jesús! ¡Está vivo!"
Algunas personas, como María, no pueden ver a Jesús porque le buscan en una tumba o en una cruz. ¡No está allí! Subió al cielo y está sentado a la derecha de su Padre. Si quieres ver a Jesús, busca en Su Palabra. Se revelará a ti como hizo con María.
Querido Padre, te agradecemos que Jesús, nuestro Salvador, no esté en una tumba. ¡Está vivo! ¡Aleluya! (si eres elegido en aula, tendrás que relatar esta lectura).
IV. Resuelve y mide tu nivel de aprendizaje. No olvides de presentar el porcentaje obtenido.
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